lunes, 11 de mayo de 2009

Sigo desangrándome.


Empiezo a recordar esos momentos en lo que yo creía que todo era posible sin esfuerzo, tenía los amigos perfectos, era simpática con todos, pretendía ser algo que no era, hasta que conocí a una persona que me hizo cambiar muchísimo y para mal.


Esa persona sabe lo que hizo, sabe lo que yo sentí, como lo sobrepasé.


Se hizo responsable de las lágrimas, las sonrisas, los enojos, todo. Pero jamás se hizo cargo de la herida que comenzó a carcomer mi mente, cuerpo y alma, haciendo que temblara, llorara, que tenga ataques de histeria, angustia y odio, entre otros sentimientos.


Esa persona jamás se hizo cargo del daño que me hizo cuando yo intenté ayudarle, solo quiso arreglar todo con un mísero “perdón”, por fuera me alcanzó, pero por dentro todavía me deshago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario